Fújur, el gatotigre.

Una vez tuve un gato, cuando vivía en el Nueva York de la Mancha. Se parecía a Fújur, el dragón blanco de la "Historia Interminable", pero tenía un poco más de mal carácter y creo que llegó a hacerse un poco más grande, incluso, que el dragón. Por las noches creo que también volaba.

Por aquel entonces compartíamos piso, Fújur y yo, con tres personajillos de baja estatura (uno más, pero no voy a decir cual), con quienes compartimos mil aventuras y numerosos enfrentamientos con los trolls que vivían arriba.

Fújur dio la vida por nosotros enfrentándose a los monstruos que nos llamaban a la puerta un par de veces a la semana. Nos dimos cuenta el día que lo encontramos en el suelo de la terraza con los ojos muy abiertos y rodeado de trocitos de mortadela.

Seguramente esa suculenta comida de gato iba dirigida a alguno de nosotros cuatro, pero Fújur se adelantó para salvarnos la vida. Ahora esta en el cielo de los gatos con muchas gatitas guapas y mortadela sin veneno.

Tengo que decir que nuestro gatotigre (tenía la cabeza más grande que una pantera) me daba un poco de miedo, pero le cogí mucho cariño.

Ultimamento veo monstruos por doquier.