Ya estoy aquí. Ya he ido y he vuelto.
No puedo evitar decir que, tras ver JustMadrid, ARCO me ha decepcionado bastante. Mientras que la primera ha apostado por el arte joven y ha arriesgado con sus muestras, la segunda se ha vuelto a centrar en los grandes: mucho Chillida, Botero, Tàpies y Marina Abramovic.
Nada más entrar a Just Madrid me enamoré de sus instalaciones (para los que no habeis podido verla, se trata de un gran edificio de cuatro plantas) y de las distribuciones de las galerías. Cada planta contaba con dos pisos (excepto el último) y en cada una de las habitaciones de los mismos se encontraba una galería. He de decir que, aunque no había artistas demasiado reconocidos, me asombré al ver que las estancias estaban inundadas de puntitos rojos, y lo más bonito de esta idea es que la gente ha adquirido arte por belleza e impresiones, en vez de adquirir firmas e inversiones. Arte joven y magnífico a buen precio. Una maravilla. Un gran descubrimiento de artistas impresionantes.
Arco, a pesar del cambio de director, me pareció más de lo mismo. Las mejores galerías con sus mejores artistas (o firmas). Bastas extensiones de arte excéntrico y precios descomunales. Poco video-arte, poca pintura, poca escultara y pocas instalaciones. Mucha obra y/o artista repetido. Espacios abiertos y vacíos. Y sobre todo, poca gente.
El año próximo, lo tengo decidido, me centraré en las ferias alternativas. Como todo lo alternativo, tienen mucho más encanto.
Hoy vengo con otra ilustración del micro-relato "La línea de arena". Los colores venían predeterminados en el pedido. Sólo negro, rojo y verde.
Feliz Martes!